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El griego, idioma universal en el tiempo del NT

EL IDIOMA DEL NUEVO TESTAMENTO

P46

El griego, idioma universal

en el tiempo

del Nuevo Testamento

Por consenso casi unánime, se cree que los 27 libros del Nuevo Testamento fueron escritos originalmente en griego.

El griego era un idioma muy difundido en el Imperio Romano en los días de Cristo y los apóstoles. Se había extendido por todo el Medio Oriente hacia fines del siglo IV a. C. con la expansión del imperio de Alejandro. Todos sus sucesores fueron gobernantes griegos que fomentaron la difusión del idioma y la cultura de Grecia. El griego llegó a ser tan ampliamente conocido y se arraigó tan profundamente, que los romanos – que crearon su imperio en el siglo I a. C., desde el Atlántico hasta Persia – no pudieron suprimirlo.

El latín predominó en el norte de África, España e Italia; pero no tuvo importancia en el mundo oriental. Aun en Italia, donde el latín era la lengua materna, la gente educada sobre todo hablaba griego, como su segundo idioma. Por ejemplo, la Epístola de Clemente, el documento cristiano más antiguo fuera del Nuevo Testamento, fue escrita en griego aunque se escribió en Roma.

Entre los centenares de papiros descubiertos en las ruinas de la casa de un erudito de Herculano – ciudad destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d. C.- había menos de una docena de manuscritos en latín; todos los demás estaban en griego.

Sin embargo, además del griego se usaban otros idiomas en diferentes partes del imperio. Por ejemplo, los judíos de Palestina hablaban arameo; los habitantes de Listra, “lengua licaónica” (Hechos 14:11) y, por supuesto, los habitantes de Roma hablaban latín.

Juan 19:19, 20

Esta multiplicidad de idiomas se refleja en la inscripción trilingüe colocada sobre la cruz del Calvario (cf. Juan 19:19, 20) escrita en (1) arameo (llamado hebreo en el Nuevo Testamento), el idioma del país, en (2) griego, el idioma difundido por todo el imperio y en (3) latín, el idioma oficial de la administración romana.

Una situación similar existió en la Palestina moderna durante el período del mandato británico, antes de la primera guerra judío-árabe de 1948, cuando, por ejemplo, los sellos de correos se imprimían en tres idiomas: hebreo, árabe e inglés. Más de un país del mundo tiene dos o más idiomas oficiales; los del Mediterráneo oriental no fueron, ni son, excepciones.

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EL IDIOMA DEL NUEVO TESTAMENTO

El griego, idioma universal en el tiempo del Nuevo Testamento

El idioma griego común

El koiné y los otros idiomas

Fuentes para el estudio del griego del NT

Algunas peculiaridades del Griego del NT

Semitismos en el Griego del NT

Diferencias literarias en los libros del NT

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La Reforma y el estudio del idioma hebreo

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

La Reforma y el estudio del idioma hebreo

Los cristianos, durante muchos siglos, no tuvieron interés en el Antiguo Testamento en el idioma hebreo, ni hicieron muchas tentativas para dominar ese idioma. Sólo dos de los padres de la iglesia, Orígenes y Jerónimo, se empeñaron en aprender hebreo. Desde la era apostólica hasta la Reforma protestante, los eruditos judíos fueron casi los únicos guardianes del idioma hebreo arcaico en que se escribió el Antiguo Testamento.

Siendo los reformadores vehementes estudiosos de la Palabra de Dios, auspiciaron y produjeron nuevas traducciones de la Biblia. Sin embargo, insistían en que cada traducción debía basarse en los idiomas originales y no en una traducción previa, ya fuera del griego o del latín. Como esto requería un profundo conocimiento del hebreo de parte de los traductores y eruditos protestantes, la Reforma dio un gran impulso a los estudios hebreos. Por ejemplo, en los siglos XVI y XVII, los eruditos cristianos publicaron 152 gramáticas hebreas; en cambio los eruditos judíos publicaron únicamente 18.

Durante los últimos ciento treinta años se han descubierto numerosas inscripciones hebreas, cananeas y en otros idiomas semíticos antiguos. Su contenido ha iluminado muchos pasajes del Antiguo Testamento, ha esclarecido incontables expresiones hebreas oscuras y ha proporcionado ejemplos que han ayudado a comprender mejor la gramática del idioma del Antiguo Testamento.

Con todo, debiera afirmarse que el conocimiento del hebreo antiguo de ninguna manera garantiza una comprensión correcta de las Sagradas Escrituras. Algunos de los mayores hebraístas de las últimas décadas han sido los críticos más destructores de la Biblia; en cambio, numerosos hombres y mujeres de Dios han explicado con solidez y vigor las páginas sagradas del Antiguo Testamento, sin saber hebreo, y han conducido a la gente al conocimiento de la verdad. Por supuesto, para el ministro de la Palabra el conocimiento del hebreo es deseable y útil. Sin embargo, las traducciones modernas generalmente están bien hechas y transmiten con bastante exactitud los pensamientos de los escritos originales. De ahí que el mejor expositor de las Escrituras no es necesariamente el hebraísta erudito, sino el hombre que tiene la medida mayor del Espíritu Santo, mediante el cual escudriña “lo profundo de Dios” (1 Corintios 2:10).

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Diferencias lingüísticas

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Diferencias lingüísticas

Se pueden observar leves diferencias dialectales entre los diversos escritores de la Biblia. La existencia de tales diferencias entre las diversas tribus de Israel era bien conocida en los tiempos bíblicos. Esto se sabe por el relato de los efraimitas que no podían articular el sonido consonántico sh. Por eso pronunciaban “Shibolet” como “Sibolet” (Jueces 12:5,6).Sin embargo, en su conjunto el hebreo del Antiguo Testamento muestra gran uniformidad. Son muy pequeñas las diferencias lingüísticas entre los primeros escritores y los posteriores. Este hecho ha sido explicado por los eruditos de la alta crítica como una evidencia de que todos los libros del Antiguo Testamento fueron escritos en un período comparativamente corto. Sin embargo, es más razonable deducir que el hebreo en tiempos remotos se había fijado como idioma literario. Es decir, experimentó sólo leves cambios con el correr de los siglos cuando se escribieron los libros del Antiguo Testamento.

Con todo, hay señaladas diferencias entre la prosa y la poesía del Antiguo Testamento. A esta última pertenecen no sólo los Salmos y Job sino también muchas partes de los libros proféticos, como Isaías. La poesía hebrea difiere de la prosa por su uso de un vocabulario poético y de paralelismos. Los lectores de la versión Reina -Valera -antes de la revisión del 60- no siempre advertían ese paralelismo puesto que esa versión estaba impresa como si toda la Biblia hubiera estado escrita en prosa. Pero si uno abre una traducción moderna, como la Biblia de Jerusalén, inmediatamente advierte el paralelismo, porque las secciones poéticas del Antiguo Testamento están impresas como poesía. Esto se puede apreciar en el siguiente ejemplo tomado de los Salmos:

“Escucha mi ley, oh pueblo mío,
tiende tu oído a las palabras de mi boca;
voy a abrir mi boca en parábolas,
a evocar los misterios del pasado.
Lo que hemos oído y que sabemos,
lo que nuestros padres nos contaron,
no se lo callaremos a sus hijos,
a la futura generación lo contaremos.
Las laudes de Yahvéh y su poderío,
las maravillas que hizo” (Salmo 78:1-4, BJ).

Los libros poéticos abundan en sinónimos, los que casi constituyen un vocabulario poético especial del hebreo antiguo. Job 4:10,11 puede servir como una ilustración de esto. En estos dos versículos se encuentran cinco términos diferentes para “león”, que por falta de un equivalente mejor se han traducido en la VVR con términos tan prosaicos como “león”, “rugiente”, “leoncillos”, “león viejo” y “leona”. Se puede entender fácilmente que la riqueza de expresiones en los libros poéticos del Antiguo Testamento haya sido con frecuencia un motivo de desesperación para el novicio en hebreo.

Puesto que el hebreo antiguo ha sido una lengua muerta por muchos siglos, pocas personas lo aprenden como para que puedan usarlo tan fluidamente como un idioma moderno. Sin embargo, los que se empeñan en dominar completamente el hebreo antiguo, descubren en él inesperadas bellezas. El idioma hebreo, debido a su fuerza, a su intensidad de expresión y a su belleza, es un medio incomparable como vehículo de la poesía religiosa.

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Características del hebreo – III

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Características del hebreo – III

La inflexión verbal hebrea expresa sólo acción en términos de ser ésta completa o incompleta, nunca en el sentido de presente, pasado o futuro, como los verbos en español. El tiempo es tácito y no explícito. Los verbos que denotan una acción completa, comúnmente llamada “perfecta”, se traducen generalmente con el tiempo pasado, al paso que los que denotan una acción incompleta se dice que corresponden con el “imperfecto” y usualmente se traducen como si fueran futuros.

En términos generales, este proceder puede ser comparativamente exacto, pero a veces es completamente engañoso. Para determinar si la acción señalada por el verbo ocurrió realmente cuando se escribía o hablaba, o antes o después de ese tiempo, es necesario descubrir con ayuda del contexto el punto de vista del escritor.

Además el autor podía cambiar su enfoque temporal dentro de un mismo pasaje, yendo al futuro o al pasado, sin anunciarlo. De modo que si su enfoque está en el futuro lejano, puede tratar otros acontecimientos futuros como si estuvieran en el pasado. Pero en la declaración siguiente puede volver al tiempo pasado y describir acontecimientos pasados o presentes como si estuvieran en el futuro.

Como para complicar más el asunto, la construcción con vau consecutiva, que conecta las partes que componen una narración, algo así como lo hace nuestro sistema de dividir en párrafos, con frecuencia requiere que un “imperfecto” se entienda como “perfecto” y viceversa.

Cuando se hicieron las primeras traducciones de la Biblia al inglés, se entendía imperfectamente esta peculiaridad de los verbos hebreos, lo que resultó en frecuentes diferencias entre el inglés y el hebreo.

En términos generales, las traducciones más recientes tienden a reflejar el elemento temporal de los verbos hebreos más exactamente que las traducciones previas. Por otro lado, las traducciones modernas quizá no siempre representen el verdadero punto de vista temporal del escritor.

Esto se debe a que con frecuencia una decisión en cuanto al enfoque del autor, particularmente en la predicción profético, depende del concepto de la inspiración que tenga el lector.

El que cree en el don de profecía, da por sentado que el profeta proyecta su mente hacia el futuro, con frecuencia el futuro remoto. Pero el que niega el valor productivo de la profecía, dirá que el profeta sencillamente está describiendo sucesos pasados.

Por lo dicho es obvio que, a fin de determinar con cierto grado de exactitud el elemento temporal preciso en una declaración profético dada, el lector debe:

(1) tener un concepto válido de la inspiración;
(2) descubrir el enfoque temporal del autor en términos del concepto que el propio lector tiene acerca de la inspiración;
(3) interpretar los tiempos de los verbos en armonía con los requisitos de la gramática hebrea y con el enfoque temporal del autor.

Un ejemplo de este problema se presenta en la última parte del libro de Isaías – a la que comúnmente la alta crítica llama “Déutero-Isaías” – pues supone la existencia de un segundo escritor anónimo como su autor.

En parte considerando que Isaías habla de los sufrimientos de los judíos durante el cautiverio en Babilonia como si estuvieran en el pasado (Isaías 40:1,2, etc.), esos críticos concluyen que los capítulos 40 a 66 fueron escritos por otro autor, o autores, después del cautiverio. Sin embargo, el hecho de que las formas verbales denoten acción completada, no implica necesariamente, ni mucho menos, que los sucesos descritos allí ya habían ocurrido en el tiempo cuando escribió el profeta. Evidentemente, a Isaías se le habían mostrado el cautiverio y la restauración mediante inspiración profética, y habiendo ya visto esos sucesos, habló de ellos como si hubieran estado en el pasado.

En Isaías 53 se encuentra otro ejemplo de la forma en que la mente del profeta se proyecta hacia el futuro. En el hebreo de los vers. 1 a 9 (y así también en la Biblia de Jerusalén o BJ), Isaías proyecta su mente hacia el futuro profético y habla de los sufrimientos de Cristo como si estuvieran en el pasado. Pero en el vers. 10 su enfoque temporal vuelve a sus propios días, y continúa describiendo los mismos sucesos como si estuvieran en el futuro. Una comparación de las diferencias en el elemento temporal de los verbos de Isaías 53 – como se traducen en la VVR y en la BJ – hace resaltar el problema de la traducción de los “tiempos” de los verbos hebreos.

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Jubileos

Los Seudoepigráficos

Jubileos

El nombre Jubileos se deriva de su método de fechar los eventos de acuerdo con los jubileos de cada 49 años con sus subdivisiones. Aparenta ser una revelación dada por “el ángel de la presencia” a Moisés en el Sinaí (caps. 1:29; 2:1).  

Fue escrito en hebreo (pero sobrevivió en la forma etiópica de una traducción griega) indudablemente por un fariseo o esenio durante la segunda mitad del siglo II a. C., aunque se han sugerido fechas tanto anteriores como posteriores a ésta.

El libro de Jubileos fue conocido también por otros nombres: “El Pequeño Génesis” (El epíteto “pequeño” no se refiere a la extensión del libro, ya que es más grande que el Génesis canónico, sino a su carácter), “Apocalipsis de Moisés”, “Vida de Adán”.

Es un extenso comentario de Génesis y Éxodo 1-12 escrito con un enfoque legalista. Es de particular interés su enseñanza acerca del reino mesiánico venidero, que es concebido como una evolución gradual hasta que el hombre y la naturaleza alcancen la perfección, la felicidad y la paz. Los hombres alcanzarán entonces a vivir mil años, y cuando mueran, sus espíritus entrarán en un estado de eterna bienaventuranza. Se descubrió un fragmento de esta obra entre los manuscritos del mar Muerto en la caverna I de Qumrán.
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Características del hebreo – II


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LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Características del hebreo – II

La estructura de la oración hebrea es muy simple. Generalmente las oraciones son cortas y están relacionadas entre sí por la conjunción “y“, que también puede traducirse “así“, “pero“, “aun“, “entonces“.

Un ejemplo característico de un gran El número de oraciones cortas está en Génesis 12, donde la palabra “y” se halla 28 veces en los primeros 9 versículos de la versión de Valera revisada y 29 veces en la versión inglesa. En el texto hebreo respectivo, la palabra “y” aparece 32 veces. La diferencia se debe a que los traductores vertieron la palabra varias veces mediante palabras equivalentes.

Otra característica del wholesale mlb jerseys idioma hebreo es la falta de ciertas formas gramaticales. No tiene vocablos compuestos, con excepción de Representation los nombres propios, y una palabra como “terrateniente” sólo se puede expresar por la forma genitiva “tenedor de la tierra”.

El idioma hebreo también es pobre en adjetivos y casi no tiene adverbios, lo cual era un inconveniente para los escritores antiguos cuando expresaban pensamientos abstractos.

El idioma hebreo tiene en común con otros idiomas semíticos, una cantidad de sonidos que no existen en I las lenguas indoeuropeas.

Tiene dos sonidos de h [aspirada] los que se representan con dos caracteres, generalmente transliterados como h y j. También tiene varios sonidos derivados de s, como s, la z, sh, (ts) y s (s suave). Los dos sonidos hebreos ‘alef (transliterado ‘) y ‘ayin (transliterado ‘) wholesale nfl jerseys no tienen equivalentes en BRIT?NICA español ni en inglés. El idioma hebreo originalmente tenía otros sonidos más que posiblemente fueron abandonados antes de la invención de la escritura alfabética hebrea.

Uno de ellos PARA era un segundo ‘ayin, llamado ghayin, que todavía existe en árabe. La existencia de este último sonido en hebreo se puede reconocer porque los nombres “Gaza” wholesale jerseys y “Gomorra” comienzan ambos con la misma consonante ‘ayin, como también el nombre de Elí, el sumo sacerdote.

Sólo mediante las antiguas traducciones de la Biblia (la Septuaginta griega y la Vulgata Gutschein latina) sabemos que el nombre de la ciudad condenada donde vivió Lot se pronunciaba “Gomorra” y no “Omorra”, y que el nombre del sumo sacerdote del tiempo de Samuel era “Elí” y no “Guelí”.

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Características del hebreo – I


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LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Características del hebreo – I

El hebreo es una rama de la gran familia de antiguos idiomas semíticos que se hablaban Krant en Mesopotamia, Siria, Palestina y Arabia. Está muy estrechamente relacionado con los idiomas hablados por los antiguos cananeos, fenicios y sirios, y es casi idéntico a los de los moabitas, edomitas y amonitas.

El idioma hablado por los naturales de Canaán apenas si se diferenciaba code del hebreo bíblico. Una característica interesante El que el hebreo comparte con todos los idiomas semíticos es que la mayoría de sus palabras básicas contienen tres consonantes.

El hebreo escrito de los tiempos bíblicos consistía sólo en consonantes:

NLPRNCPCRDSLSCLSLTRRLTRRSTBDSRDNDVCLSTNBLSSTBN

SBRLFZDLBSMLSPRTDDSSMVSBRLFZDLSGSDJDSSELLZFLL

En el principio wholesale jerseys creó Dios los cielos y la tierra. Biblia Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Génesis 1:1-3).

b-r'shyth

בראשית   ברא  אלהים    את   השמים   ואת   הארץ

h’rts       w-‘th      h-shmym     ‘th          ‘lhym     Huntersville      br’    g?r b-r’shyth

 

El alfabeto hebreo tiene muchas letras que se parecen mucho entre sí. Observe por ejemplo, la íntima similitud entre las letras siguientes:

letras

Las vocales se añadieron cuando el hebreo ya se había convertido en lengua muerta, varios siglos después de Cristo, en un esfuerzo para preservar el conocimiento de cómo se había hablado el idioma. Esas vocales, conocidas como puntos vocálicos, eran puntos y signos añadidos sobre, debajo y en el centro de las letras consonantes. Las variaciones en las formas verbales son producidas generalmente por un cambio en la vocalización, es decir en el sonido de las vocales.

Por ejemplo, en español, el tiempo presente del verbo cantar, canto, se puede transformar en el pasado canté y en el imperativo canta, meramente por el cambio de la vocalización.

El verbo escribir en hebreo, contiene tres consonantes: k-t-b.

Los ejemplos que siguen mostrarán cómo se generan diversas formas verbales mediante el uso de vocales, sin necesidad de alterar las tres consonantes básicas:

katab, (él) ha escrito
ketob, ¡escribe! (imperativo)
koteb, escribiendo
katub, está escrito
katob, escribir.

En la mayoría de los casos, los pronombres wholesale nba jerseys personales se añaden al verbo como prefijos o sufijos. Así la forma “he escrito”, wholesale mlb jerseys katab-ti, consiste en la raíz básica katab y la terminación –ti, que representa el pronombre; y “escribiré”,‘e-ktob, en el prefijo ‘e – y la raíz ktob.

Estas formas gramaticales cortas son la razón para que las oraciones hebreas sean breves, compactas y expresivas.

Por ejemplo, el séptimo mandamiento, “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14), consiste en tres palabras en castellano, pero sólo dos en hebreo: lo’ tin’af.

Esta brevedad de las expresiones en hebreo se advierte especialmente en las partes poéticas del Antiguo Testamento.

En la mayoría de los casos, el texto hebreo emplea la mitad de las palabras usadas en la traducción inglesa. Por ejemplo, el Salmo 23 tiene 57 palabras en la Biblia hebrea, pero tiene 103 en español (versión Valera revisada) y 122 en inglés (versión King James); Job 30: 22 tiene sólo seis palabras en hebreo, pero tiene 14 en la versión en español y 18 en inglés.

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El nombre


A few lines of text from the Kaufmann Manuscript, tractate Avot 1,6.7 (Mishna 1,6 according to MS Kaufmann), which is considered to be the most important manuscript of the Jewish Mishna. The manuscript is dated approx. 12th century, so it is rather old.

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

El nombre

La mayor parte del Antiguo Testamento se escribió en hebreo, generalmente llamado hebreo antiguo para distinguirlo del hebreo mishnaico y del hebreo moderno. El hebreo mishnaico corresponde con la era cristiana. Es un IN idioma restaurado artificialmente, usado por los rabinos en sus obras eruditas y que ahora se emplea como idioma oficial del Estado de Israel.

La expresión idioma “hebreo” que se encuentra por primera vez en el prólogo в del libro apócrifo del Eclesiástico (escrito en el año 132 a. C.), también es usada por el historiador judío Josefo en el siglo I de la era cristiana y aparece posteriormente en los escritos rabínicos.

La wholesale MLB jerseys expresión “lengua hebrea”, empleada por Lucas, se refiere al arameo y no al hebreo:

Pablo, estando en pie en las wholesale NBA jerseys gradas, hizo señal con это la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua hebrea,… ” (Hechos 21: 40).

Y habiendo cheap MLB jerseys caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa Artikel te es dar coces contra el aguijón” (Hechos 26: 14)

El arameo era el idioma común hablado en los tiempos del Nuevo Testamento.

Las expresiones bíblicas usadas para el idioma hablado por los israelitas del Antiguo Testamento son:

1. Lengua de Canaán
En aquel tiempo habrá cinco ciudades en wholesale NFL jerseys la tierra de Egipto que hablen la cheap mlb jerseys lengua de Canaán, y que juren por Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez” (Isaías 19: 18).

2. Lengua de Judá
Entonces dijo Eliaquim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa, al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros en lengua de Judá a oídos del 20 pueblo que está sobre el muro.Entonces el Rabsaces se puso en pie y clamó a gran voz en lengua de Judá, y habló diciendo: Oíd la palabra Toma del gran rey, el rey de Asiria“. (2 Reyes 18: 26, 28).

3. Judaico
Y la mitad de sus hijos hablaban la lengua de Asdod, porque no sabían hablar judaico, sino que hablaban conforme a la lengua de cada pueblo” (Nehemías 13: 24).

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El nombre