Introducción

Seudoepigráficos

Introducción

Los Seudoepigráficos son un conjunto de literatura judía que data de los siglos inmediatamente precedentes y siguientes al comienzo de la era cristiana.

La palabra “seudoepigráficos” significa literalmente “escritos que llevan un título falso”, “titulados falsamente” y procede de la práctica de intentar de investir de autoridad a ciertas obras literarias por atribuirles el nombre de algún personaje bíblico notable antes que el nombre del verdadero autor.

No todos los libros clasificados bajo esta categoría son seudónimos, y algunos de los libros seudónimos de este período son incluidos entre los apócrifos (Sabiduría, Baruc, Epístola de Jeremías, etc.).

Los libros seudoepigráficos son de la misma época de los apócrifos y similares a éstos en muchos sentidos; pero no han sido aceptados como canónicos ni por los judíos ni por ninguna iglesia cristiana.

Los autores católicos clasifican estas obras como apócrifas.

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Libros seudoepigráficos

Tercero de los Macabeos
Cuarto de los Macabeos
Jubileos
Primero de Enoc (Enoc Etiópico)
Segundo de Enoc (Enoc eslavo)
Segundo de Baruc
Tercero de Baruc
Cuarto de Esdras
Testamentos de los doce patriarcas
Oráculos sibilinos
La asunción de Moisés
Carta de Aristeas
Libro de Adán y Eva
Martirio de Isaías
Pirqe Aboth (Dichos de los padres)
Salmos de Salomón
El relato de Ahikar

Jubileos

Los Seudoepigráficos

Jubileos

El nombre Jubileos se deriva de su método de fechar los eventos de acuerdo con los jubileos de cada 49 años con sus subdivisiones. Aparenta ser una revelación dada por “el ángel de la presencia” a Moisés en el Sinaí (caps. 1:29; 2:1).  

Fue escrito en hebreo (pero sobrevivió en la forma etiópica de una traducción griega) indudablemente por un fariseo o esenio durante la segunda mitad del siglo II a. C., aunque se han sugerido fechas tanto anteriores como posteriores a ésta.

El libro de Jubileos fue conocido también por otros nombres: “El Pequeño Génesis” (El epíteto “pequeño” no se refiere a la extensión del libro, ya que es más grande que el Génesis canónico, sino a su carácter), “Apocalipsis de Moisés”, “Vida de Adán”.

Es un extenso comentario de Génesis y Éxodo 1-12 escrito con un enfoque legalista. Es de particular interés su enseñanza acerca del reino mesiánico venidero, que es concebido como una evolución gradual hasta que el hombre y la naturaleza alcancen la perfección, la felicidad y la paz. Los hombres alcanzarán entonces a vivir mil años, y cuando mueran, sus espíritus entrarán en un estado de eterna bienaventuranza. Se descubrió un fragmento de esta obra entre los manuscritos del mar Muerto en la caverna I de Qumrán.
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