HISTORIA DEL CANON BÍBLICO
I – ANTIGUO TESTAMENTO
En el tiempo de Esdras-Nehemías
En los libros del Antiguo Testamento que fueron escritos después del exilio, tales como los de Esdras y Nehemías, se hace referencia, ya sea por nombre o por alguna cita, a varios de los libros más antiguos de la Biblia.
También se habla de ciertos libros que han sido incorporados parcialmente a los libros de las Escrituras posteriores al exilio, o se han perdido.
Los 5 libros de Moisés – bajo los nombres de “libros de Moisés”, “ley de Jehová”, “libro de la ley de Jehová”, etc.- aparecen mencionados 7 veces en 1 y 2 de Crónicas; 17 veces en Esdras y Nehemías y una vez en Malaquías.
Que el libro de la ley (torah) era considerado como inspirado y “canónico” en el siglo V a. C., se ve por la gran reverencia que mostraba el pueblo cuando era abierto el libro (Nehemías 8:5, 6). Parecería que la expresión “libro de la ley” (torah) abarcara más que el “Pentateuco”, pues el mismo término es usado una vez por Jesús al referirse a los Salmos, cuando introduce citas de Salmos 35: 19 y 69: 4 con las palabras: “escrita en su ley” (Juan 15:25).
Muchos libros de origen anterior al exilio sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén y al cautiverio de Babilonia. Esto se ve porque Daniel usó el libro de Jeremías durante el exilio de Babilonia (Daniel 9:2) y porque unos 20 libros diferentes se mencionan en los libros de Crónicas ya sea como habiendo proporcionado el material original para el contenido de esa obra, o como libros donde podía conseguirse información adicional acerca de muchos puntos que sólo fueron tocados superficialmente en las Crónicas.
El cronista posterior al exilio (2 Crónicas 36:22) se refirió a muchos libros, tales como “el libro de las crónicas de Samuel vidente” (1 Crónicas 29:29) las “crónicas” o “libros del profeta Natán” (1 Crónicas 29:29; 2 Crónicas 9: 29) y “la historia de lado profeta” (2 Crónicas 13: 22).
La tradición judía indica que Esdras y Nehemías tuvieron una parte evidente en la colección de los libros sagrados.
El apócrifo segundo libro de los Macabeos, escrito durante los comienzos del siglo I AC, contiene una carta supuestamente escrita por los judíos palestinos y Judas Macabeo al filósofo, judío Aristóbulo y a otros judíos de Egipto (2 Mac. 1:10). Esta carta se refiere a “los archivos y … Memorias del tiempo de Nehemías” y declara también que Nehemías fundó “una biblioteca” y “reunió los libros referentes a los reyes y a los profetas, los de David” (2 Macabeos 2:13, traducción de la BJ).
El historiador judío Josefo es otro escritor que coloca la terminación del canon del Antiguo Testamento en el tiempo de Esdras y Nehemías. Poco después de la caída de Jerusalén, en 70 DC, Josefo hizo la siguiente declaración importante:
“Desde el imperio de Artajerjes hasta nuestra época, todos los sucesos se han puesto por escrito; pero no merecen tanta autoridad y fe como los libros mencionados anteriormente, pues ya no hubo una sucesión exacta de profetas. Esto evidencia por qué tenemos en tanta veneración a nuestros libros. A pesar de los siglos transcurridos, nadie se ha atrevido a agregarles nada, o quitarles o cambiarles” (Josefo, Contra Apión, i. 8)
Esta declaración muestra que los judíos en el tiempo de Cristo estaban convencidos de que el canon había sido fijado en el tiempo de Esdras y Nehemías, que trabajaron bajo Artajerjes I.
Los judíos estaban mal dispuestos a anular esa decisión, o a añadir a las Escrituras tales como habían sido fijadas 500 años antes, especialmente porque nadie claramente reconocido como profeta se había levantado desde los días de Malaquías.
La importante declaración de Josefo concuerda bien con las observaciones que puede hacer el lector cuidadoso en el mismo Antiguo Testamento. Los últimos libros históricos – Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester -, por ejemplo, consignan la historia de Israel hasta el período que sigue al exilio.
Las Crónicas y su continuación, Esdras-Nehemías, registran acontecimientos que sucedieron durante los siglos VI y V, pero no después.
Por lo tanto, la redacción del Antiguo Testamento, tal como lo conocemos ahora, se debe haber completado hacia el fin del siglo V AC, pues la continuación posterior de la historia no fue añadida al registro anterior. Ni aun se preservó junto con las Escrituras canónicas. Por consiguiente, debe haber estado cerrado el canon.
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LA HISTORIA DEL CANON DEL BÍBLICO
División antigua y moderna del Antiguo Testamento
En el tiempo de Esdras-Nehemías
Desde los Macabeos hasta Cristo
El testimonio de Cristo y los apóstoles
Testimonios de judíos del primer siglo
En la iglesia cristiana primitiva
La iglesia católica y los apócrifos
Criterios protestantes acerca del canon
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